Saludo


Hola amigo o amiga, bienvenido a mi blog. Como verás, mi nombre es Rubén, y me gusta investigar la Biblia. Quisiera compartir contigo y con los amigos que visiten el blog, los resultados de mis investigaciones de la Biblia. Seguramente me llevará tiempo armar un conjunto más o menos amplio de temas, pero mi intención es ir desarrollándolos de a poco, y mientras tanto ponerlos a tu disposición para que te sean de utilidad. No es mi intención hacer de éste un sitio para la polémica, sino más bien un lugar para el intercambio respetuoso de los temas importantes de la Biblia. Apreciaré mucho tus comentarios, y sin duda tú y yo nos beneficiaremos con el intercambio. Finalmente, oro a Dios para que me mantenga humilde y sumiso a su Palabra, y te invito a que tengas también esa actitud, para que despojados del orgullo humano, lleguemos al conocimiento de la verdad, y en consecuencia, a la salvación.

"Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán; me conducirán a tu santo monte, y a tus moradas" (Sal. 43:3).

¡Dios te bendiga!

viernes, 7 de enero de 2011

La cuestión de la trinidad o triunidad

En estos últimos años se han vuelto a agitar las aguas de una vieja cuestión dentro del cristianismo, que trata de dilucidar si el Dios que se nos revela en la Biblia es uno en el sentido físico (por decirlo de alguna manera), o si es uno en el sentido espiritual, es decir, una unidad de personas divinas coexistentes desde la eternidad.

Casi todos los creyentes en la inspiración divina de la Biblia creemos en la unicidad de Dios, es decir, en la existencia de un único Dios verdadero. Tal vez no haga falta documentarlo, pero vale la pena recordar algunos pasajes de la Biblia:

  • “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es” (Dt. 6:4).
  • “Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí” (Is. 45:5).
  • “¿No buscáis la gloria que viene del Dios único?” (Jn. 5:44).
  • No hay más que un Dios” (1 Co. 8:4).
  • Al único y sabio Dios, sea honor y gloria” (1 Ti. 1:17).


Hasta aquí todo bien. Los creyentes en la inspiración divina de la Biblia creemos esto. Pero al leer la Biblia también nos confrontamos con una serie de declaraciones referidas a Dios, que trascienden a nuestra lógica y nos crean un dilema. Muchos no saben qué hacer con eso, y simplemente lo ignoran, lo rechazan o lo niegan. Pero hay que hacer algo con esto; es revelación de Dios que nos ha sido entregada. Me refiero a los textos que presentan a Dios hablando y actuando en plural, como más de una persona. Veamos algunos:

  • “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Gn. 1:26).
  • “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Gn. 1:27).
  • “Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal” (Gn. 3:22).
  • “Y dijo Jehová…: Ahora, pues, descendamos, y confundamos allí su lengua” (Gn. 11:6-7).
  • “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?” (Is. 6:8).


¿Qué haremos con esto? ¿Qué significa? ¿Por qué el Dios de la Biblia, el DIOS-UNO, habla y actúa en estos pasajes como MÁS-DE-UNO? ¿A quién le dijo Dios: hagamos? ¿La imagen de quiénes comprende nuestra imagen? ¿Por qué la imagen de Dios en el hombre resulta en más de uno de la misma especie, es decir, varón y mujer? ¿A quién o a quiénes dijo Dios: “el hombre ha llegado a ser como uno de nosotros” cuando el hombre pecó? Necesitamos responder estas preguntas. Y la revelación bíblica va más allá aún. Ese plural “nosotros” es un plural de tres, ya en el Antiguo Testamento.


  • "Óyeme, Jacob, y tú, Israel, a quien llamé: Yo mismo, y o el primero, yo también el postrero. Mi mano fundó también la tierra, y mi mano derecha midió los cielos con el palmo; al llamarlos yo, comparecieron juntamente... Acercaos a mí, oíd esto: desde el principio no hablé en secreto; desde que eso se hizo, allí estaba yo; y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu" (Is. 48:12- 16).


¿Quién habla en primera persona en este pasaje? El que llamó a Israel, el primero y el postrero, el que fundó la tierra. ¿Es un ser creado? Obviamente no. Pero lo envía Jehová el Señor y su Espíritu. Aquí hay tres seres divinos. Todo esto coincide de manera perfecta, y no es casualidad, con lo que revela más claramente el Nuevo Testamento, el cual llama por nombre a los tres. En los siguientes pasajes los tres aparecen juntos:

  • “Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo” (Mt. 28:19).
  • "Y yo [Jesucristo] rogaré al Padre, y os dará otro Consolador... el Espíritu de verdad" (Jn. 14:16-17).
  • “Jesús les dijo otra vez: …Como me envió el Padre, así también yo [Jesucristo] os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo” (Jn. 20:21-22).
  • “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios [Padre], y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén” (2 Co. 13:14).
  • “La bondad de Dios [Padre]… la renovación en el Espíritu Santo… por Jesucristo nuestro Salvador” (Tit. 3:4-6).

El nombre de ellos es Padre, Hijo y Espíritu Santo. En numerosísimos pasajes del Nuevo Testamento, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo aparecen individualmente. Estos son algunos ejemplos, en los que también se destaca la naturaleza divina de cada uno de ellos:

DIOS PADRE
  • “A éste señaló Dios el Padre” (Jn. 6:27).
  • “Por Dios el Padre que lo resucitó de los muertos” (Gá. 1:1).
  • “Paz sea a los hermanos… de Dios Padre” (Ef. 6:23).
  • “Para gloria de Dios Padre” (Fil. 2:11).
  • “El misterio de Dios el Padre, y de Cristo” (Col. 2:2).


JESUCRISTO
  • “En el principio era el Verbo, y el Verbo [Cristo] era con Dios, y el Verbo era Dios” (Jn. 1:1).
  • “Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer” (Jn. 1:18).
  • “Porque en él [Cristo] habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad” (Col. 2:9).
  • “Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo” (Tit. 2:13).
  • “Por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo” (2 P. 1:1).


EL ESPÍRITU SANTO
  • “Y dijo Pedro: Ananías, ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al Espíritu Santo…? No has mentido a los hombres, sino a Dios” (Hch. 5:3-4).
  • “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Ti. 3:16). “Los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 P. 1:21). La inspiración proviene de Dios el Espíritu Santo.
  • “El Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios… Nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios” (1 Co. 2:10-11).
  • “La blasfemia contra el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero” (Mt. 12:31-32). El pecado imperdonable contra Dios, es el pecado contra el Espíritu Santo.


Aquí hemos visto solo algunos ejemplos, pero la información bíblica en el Nuevo Testamento es superabundante y reiterativa en relación con la existencia de tres agentes divinos, que son el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

¿Cómo se entiende entonces la unicidad de Dios a la luz de la existencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo? Tal vez la mejor explicación surge a partir del propio ser humano, hecho a imagen y semejanza de Dios. El hombre es uno (Gn. 2:24; 1:27; Mal. 2:15; Mt. 19:6), y sin embargo son dos de la misma naturaleza humana: varón y mujer. Eso es un reflejo, o imagen, de Dios. Dios es uno, y sin embargo se observan tres seres de la misma naturaleza: el Padre, el Hijo y Espíritu Santo. Y ¿por qué en un caso son tres y en el otro caso son dos? Porque Dios y el hombre son parecidos, pero no iguales.

Si cabe utilizar otra explicación, esta vez no bíblica, creo que lo que los seres humanos conocemos como “persona jurídica” se parece bastante al concepto bíblico de Dios. La persona jurídica (o moral), a diferencia de la persona física, existe, no como un individuo sino como una unión de personas físicas. El Dios de la Biblia aparece revelado precisamente de esa manera: es uno en espíritu, pero no en persona. Tal vez es eso es lo que Jesús quiso cuando afirmó: “Dios es Espíritu” (Jn. 4:24).

Un breve comentario sobre las palabras trinidad y triunidad. Es verdad que estos términos no aparecen en la Biblia, pero expresan un concepto que es bíblico, como otros términos que definen conceptos bíblicos (e.g. “teocracia”, “milenio”, etc.), y que tampoco aparecen en la Biblia. El término trinidad es más antiguo y universalmente difundido, y define la unión de tres personas divinas (Padre, Hijo y Espíritu Santo), en una Deidad, de tal manera que los tres son un Dios, pero tres personas individuales a la vez. Más recientemente algunos han propuesto el término triunidad como más adecuado, ya que daría una idea más completa de un solo Dios, al mismo tiempo que hay tres personas divinas. Personalmente creo que la diferenciación de estos términos es casi nula en la práctica, ya que, al menos en los países predominantemente cristianos, la gente en general tiene claro el concepto bíblico de un solo Dios en tres personas divinas, sea que se use el uno o el otro término.

¿Cuál es tu reacción a este tema? Espero tu comentario.


1 comentario:

  1. Creo que Dios es como un apellido de una familia, como decir López, que quizás tiene 5 miembros, cada uno en la familia cumple una función diferente, pero en la familia se vive de acuerdo a la armonía de tener todos los mismos valores, códigos, principios y costumbres, todos tiran al mismo lado.
    Dios es eso, representa esa Familia Divina formada por Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo, son tres que tienen los mismos valores y principios, los tres tienen el mismo objetivo, nuestra salvación y la destrucción definitiva del mal, siguiendo un mismo plan. Cada uno de esos integrantes de esta Familia Divina tiene su función en este plan

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